martes, 23 de abril de 2013

La Conciencia Moral y Los Valores de la Ética






Universidad Santa María la Antigua

Trabajo Final de Ética y Moral

“La Conciencia Moral y Los Valores de la Ética”


 
 
 
 
I.              La Conciencia Moral

 

“Cuando el individuo es consciente es capaz de entender lo más difícil”.

La conciencia ha sido entendida como el núcleo más íntimo del hombre; no es una facultad, sino que es el hombre mismo. Es el yo que detecta el bien y el mal.

La conciencia moral es el conjunto de esquemas y normas que hemos adquirido a través de nuestra educación, familia y medio social y que mantenemos en el momento de emitir un juicio moral.

La conciencia moral la podemos utilizar para la comprensión, valoración y orientación de nuestros actos y los de los demás.

 

A.   Distintos tipos de conciencia y su actuar en el ser humano:

 

1.    Conciencia habitual y conciencia actual.

1.1.        Se conoce la conciencia habitual como la capacidad que tiene el hombre de emitir juicios morales concretos así como la facultad de percibir los valores éticos y de juzgar moralmente.

1.2.        La conciencia actual, es el juicio práctico que determina en una situación concreta que hay que hacer porque es bueno o que es necesario evitar porque es malo.

2.     Conciencia antecedente y consecuente.

Ambas guardan relación con el ACTO.

2.1.        La conciencia antecedente juzga el acto que se va a realizar. Su dictamen consiste en mandar o prohibir o permitir o aconsejar.

2.2.        La conciencia consecuente juzga el acto ya realizado, aprobándolo o reprobándolo.

3.    Conciencia verdadera y errónea.

3.1.        La conciencia verdadera es la que aprecia el bien y el mal, en conformidad con la ley moral.

3.2.        La conciencia errónea o falsa es la contraria del orden moral. Puede ser invencible o venciblemente errónea.

La conciencia invenciblemente errónea, es la que llega al  juicio equivocado por ignorancia inculpable.

La conciencia venciblemente errónea es la que sigue de una ignorancia o error culpable.

 

4.    Conciencia cierta, probable y dudosa.

Se da esta división en razón de la fuerza con que el sujeto asiente al juicio de conciencia.

 

4.1.        Conciencia cierta ocurre cuando el juicio se da sin temor a errar.

4.2.        La conciencia probable y dudosa no posee seguridad en su juicio, sino que van acompañadas con el temor de errar.

 

B.   Los valores en la Ética.

Los principios son aquellos valores que recibimos en las primeras infancias inculcadas por nuestros padres, maestros, religiosos y por la sociedad, estos valores forman parte del criterio y la conciencia individual.

El valor es una cualidad que poseen las cosas, situaciones o ideas, por la cual son importantes para el sentido de nuestra vida y nuestra madurez.

Los valores son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta. En conclusión, los valores más importantes de las personas forman parte de su propia identidad pues los valores se aprenden tal como lo mencionan con anterioridad desde la infancia.

Debemos reconocer y valorar la especificidad der ser humano como ser capaz para darse a sí mismo principios racionales que orientan su vida, individual y colectivamente.

Dentro de estos principios racionales destaca la ética, una racionalidad inter-subjetiva que funda las bases para la responsabilidad por las acciones comunes de los hombres.

La racionalidad ética supone el reconocimiento del hombre interlocutores como personas y la institucionalización de acciones responsables, no individuales, ni estratégicas, sino acciones que reconocen las consecuencias de las decisiones, la atención a intereses generalizables y el compromiso con los afectados.

Es evidente de que el ser humano, es capaz de darse a sí mismo, principios racionales que orienten su vida, individual y colectivamente.

La ética es la ciencia que se encarga del estudio de las normas morales de cada individuo; normas que son muy necesarias para lograr equilibrio y armonía en la convivencia entre todos y cada uno ante una sociedad de individuos que se rige por su propia moral.
La ética se ocupa de lo que es bueno o malo y de lo que es justo o injusto. La ética es un saber práctico, de nada sirve saber mucho de ella sino la ponemos práctica.

Dentro de los valores éticos podemos citar:

La honestidad, tolerancia, justicia, pertenencia, solidaridad, lealtad, sinceridad, humildad, responsabilidad y el respeto.

Los seres humanos somos por naturaleza seres sociales; sin embargo, en esta condición es en donde más dificultades encontramos. Una de estas dificultades son los conflictos, la diversidad de culturas, la intolerancia étnica, política, religiosa, cultural, que nos evidencian esta realidad. No sólo en la sociedad hay dificultades, también en el ámbito de nuestra institución educativa y en nuestra familia. No siempre en el ámbito de nuestra institución educativa y en nuestra familia. No siempre el ambiente en el que vivimos es agradable. Hay malos entendidos, inconvenientes y a veces situaciones muy delicadas que generan dolor y sufrimiento. Al contrario cuando las relaciones interpersonales e interpersonales son agradables se va construyendo el progreso, la comprensión y en síntesis la felicidad.

Por eso, no está de de más hablar de la importancia de comprender que a cada individuo le corresponde ser protagonista importante del mundo actual y de esto se requiere una sensibilidad de conciencia y de apego a la verdad y a los valores éticos.

A cada ser humano nos corresponde ser protagonistas importantes del mundo actual y de esto se requiere una sensibilización hacia los valores éticos, los cuales orientan nuestro adecuado desenvolvimiento en el mundo actual, en el que es necesario que prevalezca, las buenas relaciones intra e interpersonales. El ser humano no vive de forma aislada, sino que se relaciona con los demás. Es propio de la ética hablar de la vida humana, si gracias a ella las personas se conocen mejor a sí mismas. La ética trata acerca del mundo presente en lo que se desarrolla esa vida.

Actuar éticamente implica, actuar acorde con las normas y reglas de comportamiento impuestas por la sociedad que nos rodea, por eso la ética vive en cada ser humano sea cual sea su trabajo y su entorno. La ética, por ende, nace de un trabajo al servicio de los demás. Ésta se debe vivir en cada una de las situaciones afrontadas en nuestra vida (social, personal, familiar, etc.).

           

II.            El Juicio Moral y el Juicio Ético

 

Entendemos por juicio la facultad que permite diferenciar entre el bien y el mal. L moral a su vez, está asociada a las costumbres, valores, creencias  y normas de una persona o de un grupo social. La moral funciona como una guía para actuar; ya que distingue entre lo correcto y lo incorrecto.

Se conoce como juicio moral, al acto mental que establece si un tipo de conducta o situación tiene contenido ético o, por el contrario, carece de estos principios.

El juicio moral se realiza a partir del sentido moral de cada persona y responde a una serie de normas y reglas que se adquieren a lo largo de la vida.

La familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, son algunas de las instituciones sociales que influyen en la adopción de los preceptos que determinan los juicios morales. Esto quiere decir que el entorno juega un papel preponderante en el pensamiento del sujeto sobre que está bien y que está mal.

En consecuencia, podríamos definir que el juicio moral se va forjando a base de las experiencias vividas de cada persona a través del tiempo, que van marcando una pauta para decidir lo correcto dentro de la sociedad en que se desarrolla.

El juicio moral interviene así mismo en las decisiones que tomamos al relacionarnos tanto con las demás personas como con el ambiente que nos rodea, lo que nos puede llevar al alcance de nuestra propia superación.

Dentro de nuestra naturaleza las personas estamos en el desarrollo continuo de los valores morales con el fin de alcanzar nuestra propia superación; inconscientemente practicamos en nuestra diaria estas normas que hemos aprendido al paso de los años temiendo de la misma manera un cierto fracaso ante los ojos de la sociedad.

Podemos decir que los principios de la moral se basan en los valores, para determinar la diferencia de los bueno y lo malo, con la finalidad de explotar el aspecto ético a su máxima potencia.

En conclusión, el juicio moral lo podemos definir como el acto mental que afirma o niega el valor moral frente a una situación o comportamiento. Por medio del juicio moral se pretende la búsqueda de la verdad.

El juicio moral se pronuncia sobre la presencia o ausencia de un valor ético, en una situación o comportamiento concreto.

El desarrollo del juicio moral supone un apoyo educativo explícito, en mi opinión personal de acuerdo a todo el entorno al que hayamos sido expuestos desde nuestro nacimiento hará una base en nuestro juicio moral nosotros decidimos las actitudes a tomar de acuerdo a lo que nosotros pensamos lo que es bueno y lo que es malo, a hacer un análisis detallado de nuestro entorno y ciertas circunstancias y eso nos conlleva a adoptar tres tipos de actitudes: Rechazo, indiferencia y aceptación.

Etimológicamente, ética y moral, se identifican y se definen como la ciencia de las costumbres.

Con el tiempo, ambos vocablos han evolucionado hacia significaciones distintas, si bien, complementarias del actuar humano.

El término ética se reserva para enjuiciar la conducta humana desde el punto de vista racional, tal como se estudia en la filosofía o sea significado el actuar humano conforme a las exigencias éticas marcadas por las distintas religiones.

 

El Juicio Ético

 

La ética es una rama de la filosofía que abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

Ética se refiere, por un lado, a nuestra capacidad para analizar la moral; la conciencia ética es la conciencia de la conciencia moral; o más simplemente, la autoconciencia. La autoconciencia o conciencia ética nos dice cómo actuar; pero mejora la conciencia moral haciéndola más clara en sus contenidos, mejorando sus proceso y haciéndola más coherente.

Los problemas éticos se caracterizan por su generalidad. Si al individuo concreto se le plantea en la vida real una situación dada, el problema de cómo actúa de manera que su acción pueda ser buena, o sea, valiosa moralmente, tendrá que resolverlo por sí mismo con la ayuda de una norma que él conoce y acepta íntimamente. Es inútil que ocurra a la ética con la esperanza de encontrar en ella, “el quehacer en cada situación concreta”. La ética podrá decirle, en general, lo que es una conducta sujeta a normas o en qué consiste aquello  que es lo bueno, que persigue la conducta moral, dentro de la cual entra la de un individuo, la de todos.

Por su parte, el juicio ético está enfocado en la definición de los conceptos de correcto e incorrecto de acuerdo a los ideales y valores morales de quien juzga la acción, tomando en cuenta que dichos valores están basados en reglamentos impuestos por la sociedad que lo rodea en ese momento.

Cuando se pone en acción un juicio ético se emplean varios factores mediantes los cuales se puede llegar a un dictamen; en otras palabras no es más que una opción que se expresa desacuerdo a los reglamentos dictados por la sociedad sobre lo que es.

Juicio ético es analizar las acciones probables en las circunstancias y la evaluación de que la acción es más ética.

Una persona que hace un juicio ético y que hace uso de la razón para determinar cuál es la mejor decisión o solución a un problema.

Él o ella piensan acerca de la mejor acción a tomar y por qué es la mejor acción en esta situación.

Juicio ético es una parte decisiva en el proceso de toma de decisiones.

Para resolver un problema de manera efectiva o de tomar una decisión sana y buena, la persona debe tener algunas habilidades cognitivas fundamentales que hacen que sea posible completar el proceso d toma de decisiones de manera sistemática y en profundidad.

Estas habilidades cognitivas fundamentales comprenden el pensamiento en el problema ético y la comprensión de que códigos se puede aplicar  en las circunstancias mediante la implementación de razonamiento para decidir cuál es la mejor decisión que refleje las circunstancias, asegurando que la mejor decisión ha sido tomada con una planificación adecuada para la aplicación de decisión.

El juicio ético está enfocado en la definición de los conceptos de correcto e incorrecto de acuerdo a los ideales y valores morales de quien juzga la acción, tomando en cuenta que dichos valores están basados en reglamentos impuestos por la sociedad que lo rodea.

Cuando se pone en acción un juicio ético se emplean, varios factores mediante los cuales se pude llegar a un dictamen; en otras palabras no es más que una opinión que se expresa de acuerdo a los reglamentos dictados por la sociedad.

 

  Conclusiones

  
Los seres humanos somos capaces de realizar todo lo que nos propongamos nuestra ética o moral debe ser la correcta para así ser mejores y no juzgar sin antes saber.

Las causas de la acción moral puede deberse a la motivación que es lo que nos hace realizar con valor lo que hemos propuesto y llegar a ese fin que podrían ser los motivos de la vida.

Nuestro rumbo implica un objetivo el cual nosotros siempre hemos intentado llegar y para ello debemos poner en orden nuestros pensamientos que va primero y el después.

En el actuar debemos de reflexionar que con lo que yo hago a quienes afecto o beneficio intentando siempre dejar todo con beneficios o no algo malo y todo esto siempre es producto de mi decisión.